viernes, 1 de abril de 2011

Cuando corro estoy en Yoga



Inhala, exhala, inhala, exhala y unas cuantas veces más mientras completo siete surya namaskara y me preparo para correr. Los primeros trotes son para sincronizarme, para coordinar mis movimientos y mi respiración, para empezar a sentir como cada músculo se va calentando y como todo se armoniza. Luego de los primeros metros mi cuerpo entra en un ritmo y es ahí cuando me siento conectada y sincronizada. Soy consciente de cada parte de mi cuerpo, de mi respiración poderosa, de la mirada fija en una meta, de proyecciones; finalmente un suave sat nam vibra dentro de mí.

Correr limpia nuestro cuerpo de una manera natural, relaja la mente y permite que no te estanques en ningún pensamiento. Cualquier pensamiento que aparezca por algún estímulo interno o externo, vendrá por pocos minutos y luego desaparecerá. Si correr es lo tuyo, este es probablemente el único momento del día en el que dejas que tu mente se relaje.

La principal característica que ocurre cuando corres es que el metabolismo aumenta su ritmo de funcionamiento, lo que provoca que las funciones del cuerpo se aceleren. Todas las toxinas que se han acumulado, empiezan a ser expulsadas del cuerpo, la mente se oxigena mientras viejos patrones estancados se eliminan y se desarrolla una renovada fuerza de pensamientos. Correr es una meditación en movimiento y si nuestro mayor enemigo es nuestra mente consciente diciéndonos que podemos y que no podemos hacer, entonces hay que entrenar esta mente y aprender a mantenerla en un estado neutral.

El yoga incorpora técnicas de respiración con ejercicios de estiramiento para expandir la capacidad pulmonar, enriquece la sangre con un aporte extra de oxígeno y refresca el cerebro, a la vez que estira los músculos y ligamentos. Además, el girar la cabeza de un lado a otro o mover los brazos arriba y abajo en un ángulo determinado, estimula y equilibra las secreciones glandulares, logrando que todo el cuerpo sea fortalecido.

Si tu cuerpo está fuera de balance cada paso que des forzará los músculos a trabajar más duro. Músculos rígidos se hacen más rígidos y músculos débiles se debilitan más. Un músculo rígido es duro e inflexible y músculos débiles ponen en peligro nuestras articulaciones. Debido a que los músculos absorben el impacto de nuestro cuerpo, idealmente estos deben mantenerse siempre suaves y flexibles.

Los corredores pueden utilizar la práctica de yoga para tener un balance en su fuerza, incrementar el rango de movimiento y entrenar el cuerpo - mente. Los ejercicios mueven tu cuerpo de forma tal que sincronizas larespiración con el movimiento. El resultado de esto es que tu cuerpo, mente y respiración se integran a todos tus movimientos. Un corredor con una práctica regular de yoga puede fortalecer sus músculos e incrementar su capacidad pulmonar. La calma que logras con la práctica de yoga también te permitirá manejar tu energía mejor. Esto lo logras aprendiendo a mantener tu cuerpo en un estado de reposo. Si estas en el estado opuesto donde tus músculos están tensos, entonces obligas a tu cuerpo a utilizar más energía para todas tus actividades, incluyendo correr. Mantener tu cuerpo en este estado también te ayudará a quemar energía en un nivel más eficiente.

Muchos corredores sabemos que mejorar nuestra capacidad aeróbica es fundamental para correr y tener éxito en las carreras. Corredores con capacidad aeróbica alta tienen la capacidad de bombear grandes cantidades de sangre oxigenada a los músculos que están trabajando en ese momento. Poder aprovechar el oxigeno al máximo es crucial para determinar la resistencia de los corredores. Con diferentes pranayamas y asanas podrás maximizar el bombeo de sangre a todo tu cuerpo mientras que la respiración consciente calmará tu sistema nervioso y relajará tu cuerpo, esto te permitirá utilizar las reservas de energía eficientemente y disfrutar de tu carrera.

Recuerda…

No ignores las señales que tu cuerpo te envía. Toma un descanso cuando tu cuerpo lo necesite. Aprende a intuir cuando es necesario descansar. Luego, incluye posturas de yoga en tus calentamientos y enfriamientos. Piensa en que correr es tu meta y el yoga será el complemento para que tu cuerpo trabaje de la mejor manera con el mínimo de lesiones.